lunes, marzo 4

Delirio de la vida

¿Qué mantiene cuerdo? para mantenerse vivo hay que estar cuerdos, creo, en el sentido que las decisiones se comandan desde el pensamiento que esta normado, la vida es sólo un espontáneo deseo, y la muerte el último terror de un misterio, el mismísimo misterio de la vida.

Si de repente dejáramos de ver a la muerte y a la vida como dos fenómenos potentes porque así lo decidimos  no solo atentaríamos sin vacilo sobre nuestra propia vida, si no con la demás.

Si nos desquiciamos un poco más veríamos frente a nuestras manos una potencia de destrucción satisfactoria, en donde la realidad nos parece un insulto al infinito poder creativo de la mente, y abrumados por esa creatividad perdemos el juicio y hacemos lo que torcidamente queremos aun cuando el vestigio cansado de la cruda moral nos apuñala mientras chilla al ver como nos envolvemos en el fuego tirano de una cólera.

Andamos derecho sobre una senda rutinaria sin sentido y la vemos como una realidad muy sólida que no pareciera ceder, pero el potencial está ahí, jadeando de entusiasmo por explotar y hacer explotar la realidad, y , aún cuando la negamos en favor de una moral poderosa heredada en la dictatorial educación, está allí para decirnos que vivimos en una psicosis, que vivimos como tarados con la torpe esperanza de encontrar un sentido a algo que ni siquiera es un fenómeno en si.

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