miércoles, octubre 23

El viaje de Kanin, los caminos del saber

Kanin era un joven que siempre le había inquietado el mundo, sentía un profundo miedo sobre el horizonte y dudas sobre los desafíos, Daan, su hermana, le aconsejó que iniciara un viaje por los caminos del saber, le advirtió que sería un camino duro, pero le ayudaría a enfrentar a la vida, espantado por el panorama pero decidido a hacerlo frente a la urgencia que sentía dentro de si de mejorar, tomo lo necesario y partió por la senda.

I

El primer camino lo condujo hacia el niño, una persona curiosa por definición, valiente e inocente, dispuesta a comerse al mundo, siempre preguntaba y hacía de ello su quehacer cotidiano, la duda era inmediata en el, y cuanta cosa había, aparecía en él la sincera pregunta, el intrínseco deseo de saber y entender los fenómenos que lo rodeaba, pues el sabía por instinto de que para enfrentarse al mundo debía conocerlo, y dado que aún era joven, con humildad entendía que no estaba preparado, pero si se conectaba con el ambiente lo suficiente, podría estar listo y conocer la naturaleza de las cosas, y con ello poder moverse en el medio, en él no existía el orgullo lacerante de un engreído, y aún en su ignorancia, su sentido de la duda brillaba como una habilidad.

II

El segundo camino lo guió hacia el árbol, el árbol era gigante y se notaba que tenía grandes raíces, éste había crecido de esa forma ya que se abrió camino por la tierra, ocupó cuanto nutriente hubiera, atrapó gran cantidad de sol con sus hojas y buscó pozos de agua hasta agotarlos, en ningún momento dudo de usar todos los recursos, sólo se preocupó de crecer grande y fuerte. A pesar de la arrogante descripción Kanin se dio cuenta de que el árbol daba grandes frutos, una amplia sombra que era utilizada por los animales cansados y proporcionaba el oxígeno que daba la vida, éste solo podía hacer aquello porque era grande y fuerte, su esfuerzo y su arrogancia le otorgaban utilidad, trabajó en si mismo y el natural resultado le servía a todos. Kanin notó que el árbol  era alto debido a la fortaleza de sus raíces, es decir, sólo un árbol bien arraigado puede crecer alto, sin desprenderse de la tierra, este tenía la historia escrita a lo largo de todo su tronco.

III

El tercer camino lo llevó hacia la noche, y posada en un árbol del bosque apareció la lechuza, la lechuza era considerada sabia no porque supiera cosas que otros animales no, sino porque era capaz de observar en las tinieblas, observar antes de actuar, aún cuando su presa estaba cerca, tan cerca que se  sentía el calor de su piel, la lechuza esperaba y observaba, analizaba y con astucia sentía el momento indicado para lanzarse. Como el observador nocturno, sabía los secretos del bosque, a que hora amanecía, en qué momento el ratón despertaba, el ritmo con que respiraban las lagartijas y los conejos, sabía distinguir a la polilla del tronco a pesar de que no hubiera luna ni estrellas, sin embargo ella se quedaba quieta, observaba por todas direcciones, y siempre hallaba el momento oportuno, la asertividad de la lechuza dependía de su observación incluso en la penumbra mas inquietante. Sólo con paciencia se puede ver de noche.

IV

El cuarto camino lo condujo hasta los pies de una montaña, allí vio al sabio con los ojos cerrados, se limitó a hacer pocas preguntas y dejarlo hablar sobre por qué se había aventurado por los caminos, el sabio a diferencia del niño, hacía las preguntas precisas y correctas, ademas y por sobre todo, se detenía a escuchar, el entendía que la humanidad viene primeramente de la capacidad de escuchar, el emitir un juicio apurado sin la información precisa podía hacer profundas diferencia en la fenomenología del propio ser de la persona. Debido a que entre personas debemos entendernos practicar el arte de la escucha es casi tan importante como el del habla no solo porque así entendemos a la otra persona, sino que ademas dejamos que la otra persona se desahogue y confíe. Ser un centro de confianza nos da seguridad personal, el sabio no lo es solo por dar buenos consejos, el sabio siempre es un buen confidente, entiende el valor de sus palabras y por eso las emite sólo cuando es necesario.

V

El quinto camino era la montaña, la montaña era un camino difícil, empinado y lleno de tropiezos, en donde la voz interna siempre nos hacía parar, la montaña es una victoria sobre uno mismo, sólo siendo prudente y temerario se puede subir, es algo de actitud, no de ignorar el dolor, sino de sentirlo y aún así caminar de pie, como se pueda, descansar, tomar aire, pero nunca volver hacia atrás, sentir el frío, el calor, el hambre y la sed pero poder soportarlo, enfrentarse uno a uno con la montaña como un espejo de lo peor de ti, en esa oscura adversidad brillará lo mejor de ti. La mejor forma de descubrirse a si mismo es enfrentarse a la cruda naturaleza solos, con las manos y la cabeza, esos golpes duros mostrarán lo mas sincero y primitivo de tu naturaleza, conquistar a la montaña es conquistar tu propia actitud, requiere valentía y responsabilidad, pero por sobre todo, tenacidad. Cuando se camina por sobre el abismo ten cuidado de mirarlo, pues el abismo también mira a tu interior, hay de aquel que tenga vacío en su interior.

VI
El sexto camino lo llevó hacia el descanso, el camino del esfuerzo y la doctrina del tiempo nos hace pensar que solo el sufrimiento nos otorga los beneficio, hay que saber que el ser  retrocede como aquel que se prepara para dar un gran salto, una derrota debe ser madurada como una oportunidad, nunca como una puerta cerrada, sino como camino distintos a los cuales hay que ir preparados inmediatamente, sin embargo entre eventos hay que tomar un descanso, una pausa para pensar en que se hace y hacia donde uno va, solo con ese sentido de paciencia se puede estar cuerdo y fresco para los nuevos desafíos.

VII
El séptimo camino se presentó solo en un momento espontáneo, cuando terminó su descanso, en el momento en que entrecerró los ojos al levantarse, porque el sol lo miraba fijamente, allí apareció como un golpe la verdad de la luz, la luz que le indica el camino despreocupada y solemne, constante, pues no se pierde por capricho.

La luz cae para todos por igual, no distingue a quienes moran bajo su manto, ni quienes se benefician a costa de ella, está allí por sobre la tierra y nos revela la naturaleza como una alegoría mental hacia la sabiduría y la genialidad individual de las personas que iluminan al desarrollo humano. Todos podemos ser luz despreocupada que se crea a si misma por si misma, el trabajo y el esfuerzo de las ideas propias que surgen por mor a la verdad y no por la necesidad que satisfacen ni el beneficio que otorgan. El ser luminoso, el creador piensa por si mismo, el parásito vive bajo la luz de los demás, el creador se mantiene en base a sus valores, el parásito sigue el pensamiento de los demás, el creador piensa, el parásito copia, el creador produce, el parásito saquea, al creador le interesa conquistar a la naturaleza, vivir por si mismo libre y dejando ser libre, al parásito le interesa la conquista humana, le interesa el poder y vivir a costa del esfuerzo colectivo, obligarlos a pensar en la necesidad del colectivo como la máxima, vive con miedo y con la necesidad de servir y ser servido, necesita un gobierno o un patrón fuerte que esté por sobre su moral y mantener controlada la energía del espíritu humano, el creador ilumina los cielos para los demás no importando si lo quieren o piensan bien de él, el parásito genera sombra, se mueve aterrado hacia la luz de los genios en base a su bienestar, está siempre de acuerdo con la mayoría y atacando a lo inusual, e incluso, el peor de ellos se esconde en las sobras de otro parásito muerto de miedo sin saber que hacer con la vida.

El parásito necesita un grupo y el cariño de los demás de manera desesperada, el ser luminoso encuentra cobijo en sus ideas, en su integridad y en sus sentimientos, estabilidad y temple en el ritmo de su propio corazón, el parásito miente y finge la sonrisa para parecer firme frente a los demás, grita y se enoja para imponer autoridad, escandaliza su llanto y cansancio para llamar la atención de los demás, el ser luminoso es transparente y sincero, sin miedo a sus sentimientos, no necesita ni expresarlos ni guardarlos, solo surgen.

Sea la luz que ilumina el camino, como los creadores que iluminan a la obra humana en la tierra.


VIII

Al final de la senda pudo divisar a un hombre viejo al lado de una puerta, se trataba de la vida y la muerte, el final y el comienzo misterioso, al vida transitaba el camino del saber siempre que podía,iba y venia de la muerte, es porque se sentía tranquila, la tranquilidad del ser viene con la sensación hipotética de creer que se puede vivir la vida nuevamente, tal cual la viviste y no sentir remordimiento, el secreto de la vida y el sentido es un misterio que no revela, o no hay necesidad de hacerlo, surge sin forzarse en el entendimiento. Lo importante es recordar quien eres y poder vivir la vida sin remordimientos, el eterno retorno.

Así Kanin pudo volver a su casa y contar su aventura y lo que aprendió de ella, y por sobre todo pudo hacer la praxis de la experiencia.

Quien eres Kanin? Un hombre tranquilo, sencillo y feliz.

Por sobre todo y para mantenerte tranquilo, se quien sea que seas por mor a ti mismo.

No olvides quien eres,
No olvides.

sábado, octubre 12

Una cosa


En cuanto a la sociedad, sea la genialidad individual mil veces, sean los hijos de la originalidad y los creadores los que se sientan tranquilos, y en cuanto a los demás, sea el miedo en ellos, la inseguridad y la insatisfacción su condena.

martes, octubre 1

Cyberpunk

La poética forma de representar el asco indolente de la época, en luces de colores comidas por la oscuridad, la forma en que el humano ha encarcelado los valores y las interacciones en un transmisión rápida, acelerada ya, y toda la psicología humana expresada en un bolo de sangre y semiconductores, de gasolina y caucho quemado, de edificios y en la risa vacía.

el cyberpunk es el arte de la época, de la época mas actual posible.