sábado, abril 11

Gotas de madurez

A veces pienso en la gente y su lucha por vivir, me doy cuenta que siempre tengo la necesidad de contar lo que me sucede, no hablo de mis sentimientos sino de cosas más sencillas, que compré en el supermercado o que tán difícil estuvo el dia, o lo que vi tomando la micro a casa, luego veo programas y escucho a la gente y me doy cuenta lo sencillos que somos, que en realidad sómos niños jugando al adulto, me refiero a que, cuando pequeños siempre pensamos que los adultos eran seres sobrenaturales y muy complejos, lo lejanos que parecían ser y que a ello debíamos a llegar, cuando crecemos nos damos cuenta de que somos nosotros mismos jugando a ser aquello que pensamos que seríamos porque ya no hay quien responda por ti más que tu mismo, que ya no eres el problema de nadie más y que estás solo.

No es malo estar solo, sin embargo alli bajo nuestro brilla la perla de la sencilles, de ser simples como niños y luego pienso en lo dura que debe ser la vida para quienes trabajan en cosas importantes, como un general de una nación en guerra o en algún político de la ONU, lo difícil que debe ser el camino a la felicidad para aquellos que la ambición puso en una montaña sus metas.

Pero cuando veo gente sencilla, interactuo con ellas, hablo de lo común me doy cuenta lo feliz que se puede ser con tan poco, quiero decir, míranos, te das cuenta que somos muy parecidos y que vivimos una lucha igual, con ello podemos perdonarle errores a las demás personas y perdonarnos a nosotros mismos, y de repente, por fin sentirse libres, sin pedirle mucho a la vida.

ante todo sinceridad, no olvides, tranquilo, sencillo y feliz.