Me suspendo en el mar nuevamente, miro la imagen y se hace distante, solitaria pero cálida, un mar verdoso e infinito nuevamente, y me pregunto ¿Qué es la violencia? violento es aquello carente de razón.
La razón es propia del humano hasta cierto punto, tampoco es constante, está ahí como una herramienta esencial y usarla requiere esfuerzo y justificación moral, pues lo moral y sentimental no es ya algo humano que se controle y se decida de inmediato, viene condicionado y perversamente otorgado desde nacimiento y luego se nutre con la inteligencia, las pasiones humanas y las pasiones del ambiente. La razón viene a ser un ente antagónico, aunque mas paralelo a la pasión, están concatenados aunque la pasión exprese su jerarquía mas por modestia de la razón que por divina naturaleza de la pasión.
Somos unos violentos contenidos, y los sentimientos pueden estar fríos por la razón pero laten bajo tierra esperando el momento para estallar y nublar todo, en ese caso ¿Quién nos puede reprochar el hecho de abandonar la razón cuando pisamos una mina emocional? quien si no es humano.
De la violencia intuitivamente sabemos dos cosas: El ejercer la violencia genera una respuesta violenta, y la violencia genera dolor de algún modo, dos cosas fundamentales que explican no solo las relaciones interpersonales si no que a las mismas sociedades en su contexto de época. En todo momento se ve por la tele la violencia como forma de adoctrinamiento, se educa a palos en las calles y mediante el terror en las casas, son el mensajero del dolor luego de la muerte, y te enojas pensando " Delincuentes y criminales que destrozan las calles" , que es tu respuesta violenta ante lo acontecido en la tele, sin embargo una persona pasionalmente fría y curiosa de instinto se pregunta ¿Por qué ocurre esto?¿Qué hace que los jóvenes aquellos sean violentos?
La violencia social no se ve en sólo un grupo de encapuchados tirando piedras, ¿Qué razón hay en los puestos de trabajos usureros y con sueldos miserables? ¿Qué de razón hay en las poblaciones con hambre y casa de cartón con plástico? ¿Qué hay de razón en las familias que prefieren la droga para olvidar que no tienen que comer ni que ponerse ni donde dormir?¿Qué hay de razón en aquel sistema en que educar a tus hijos en un enorme esfuerzo que coarta sus oportunidades?¿Qué de razón hay en aquellos barrios en donde no hay actividad física, artística, académica o cultural de cualquier índole porque las personas se preocupan mas de sobrevivir que de vivir? ¿Qué hay de razón es que tengas que pagar para vivir? ¿Qué hay de razón en naturalizar la violencia y comportarse bien y cumplir con el deber no por mor al deber sino porque vendrán y te darán paliza o te llevarán a la cárcel si no lo haces? Eso es violencia social, lo que pasa en las calles es un síntoma, el dolor que genera una úlcera en las entrañas internas de una ciudad.
Y tu te quedas allí quejándote y siguiendo trabajando con un miedo invisible, sociópata! . Creer que no hacer nada es mantenerse neutral es un error, estamos en un sistema humano en donde actúas a favor o en contra, y el silencio es solo la aprobación de lo que sucede, criminal!
domingo, junio 30
domingo, junio 23
¿Qué es lo aristocrático? cortos
Friedrich Nietzsche, "Mas allá del bien y del mal"
272
<< Signos de aristocracia : no rebajar nunca nuestros deberes considerando que son deberes para todos; no querer traspasar a otros ni compartir nuestras responsabilidades personales; sentir que el ejercicio de nuestros privilegios constituye uno de nuestros deberes. >>
279
<< Los hombres profundamente tristes se ponen en evidencia cuando son felices: tienen una manera de agarrar la felicidad, como si quisieran estrangularla y ahogarla, por celos. ¡ Demasiado bien saben, ay, que las felicidad les huye!>>
280
<< "¡Malo, malo...! ¿No veis que retrocede?"
Si, pero entendeis mal a ese hombre cuando le achacáis eso.
Retrocede como todo el que se prepara a dar un gran salto.>>
283
<< Si queremos alabar a alguien, daremos una prueba de autodominio sutil y aristocrático al alabar sólo a quellos con los que no estamos de acuerdo. En caso contrario, nos estaríamos alabando a nosotros mismos, lo cual es de mal gusto. [...] De no ser así, pagaríamos muy cara nuestra alabanza. "Me alaba, luego me da la razón": esta burrada de deducción lógica estropea media vida a los solitarios, pues convierte los burros en vecinos y amigos nuestros.>>
286
<<" Aquí se despeja la vista y se eleva el espíritu." Sin embargo, hay otra clase de hombres completamente distinta, que también se encuentra en las alturas y que tienen la vista despejada..., pero que mira hacia abajo.>>
sábado, junio 8
La imagen de la humanidad perdida
Hay una imagen grotesca que me inquieta de cierta manera, cuando uno mira al mar, ve en toda esa plataforma de agua la realidad de la inmensidad, frente a tus ojos se describe un espacio impenetrable, la sublime fuerza de la profundidad uniforme del mar, y no es que esté exagerando!, no hay palabra que esperar como reacción frente a tal despliegue de espacio, tan solo la sensación de un vértigo artificial, ese vacío en el estómago, el temor del cielo estrellado, o de la explosión de un volcán, la inquietud de la noticia de alguna desgracia humana, sólo producto de la imagen interminable de mar, en donde el horizonte es igual que el comienzo del océano.
Sin embargo la imagen grotesca aparece cuando se coarta esta inmensidad, imagínense que comienza a aparecer un muro de piedra blanca que interrumpe violentamente al homogéneo espacio, y comienza a encerrarlo, la sensación que produciría es igual a que insultasen a tus padres, o a humillar al justo y viejo rey en la plaza pública, la sensación desgarradora de un violación a los altares que haz formado.
La imagen llama la atención porque recuerda un poco a ese potencial humano mal utilizado, ¿Cuanta humanidad hemos perdido? ¿Cuánto espacio hemos perdido? Me refiero a esa actitud comunal y entre nosotros, al respeto y a la responsabilidad, aún tengo la fe que sean naturalmente valores básicos en las personas, como Ana Frank tenía la fe de que, en todas las personas, en condiciones normales, brilla una chispa divina. ¿Cuál es la muralla entonces? La satirización de los deseos abstractos humanos.
Es obscena la cantidad de propaganda en las calles, tanto así que las personas naturalizan el consumo como una necesidad humana, la propaganda es una forma de educar a las sociedades a base de un concentrado de sus propios deseos abstractos, mostrados de una forma pornográfica para el intelecto, no sólo se ve en las marcas o las industria con un producto directo, se ve en las redes sociales virtuales, en donde la proximidad que hablaba Heidegger es absolutamente perdida, y precisamente porque la gente soslaya el sufrimiento, actúa sin responsabilidad, habla sin hacerse cargo, hace sin acatar la consecuencia, actúa que hace el bien, hacen el deber no por mor al deber si no por la imagen, ¿Dónde está la sinceridad allí?
Es una fiebre ver las luces de Neón, con ese calor enfermo en las mejillas cuando las luces se funden en la oscuridad de una ciudad húmeda, me produce enfermedad, y temor por ello. Ver la acalorada imagen de una ciudad deprimida, y de todos modos sentir frío, tal como las nauseas nihilistas de lo domingos por la tarde cuando el sol se esconde, y la depresión viene precisamente por ese frío, y el frío viene precisamente por la falta de calidez entre las personas, el plástico, el maquillaje, el dinero, las industrias, las risas de oro, la prostitución, el sexo, el estatus, todo ese asco envuelto que sale apresurado del cuerpo de una persona natural es un cuadro omnipresente en las sociedades enfermas, enfermas de ira, enfermas de distancia y de falta de comunidad y de humanidad. Me refiero sólo al respeto de pequeñas ceremonias, como el desayuno, el baño, el saludo, el almuerzo, la compra al mercado de la ciudad, hay una filosofía potente ubicada en el quehacer cotidiano de una persona, exactamente por lo próxima que es en el acontecer de su mente y de la psicología diaria del humano, hay un secreto fuerte allí que es lastimado todos los días, como quien fuma por placer pero envenenan a sus pulmones y tal dolor está escondido y pasa por alto para el fumador, pero allí están sus pulmones quemándose día a día.
¿Qué debe hacer el hombre? volver a ser el humano.
Cuidado! el desierto se expande, ay de aquel que lleve desierto en su interior... ay de aquel que amuralle su mar.
Sin embargo la imagen grotesca aparece cuando se coarta esta inmensidad, imagínense que comienza a aparecer un muro de piedra blanca que interrumpe violentamente al homogéneo espacio, y comienza a encerrarlo, la sensación que produciría es igual a que insultasen a tus padres, o a humillar al justo y viejo rey en la plaza pública, la sensación desgarradora de un violación a los altares que haz formado.
La imagen llama la atención porque recuerda un poco a ese potencial humano mal utilizado, ¿Cuanta humanidad hemos perdido? ¿Cuánto espacio hemos perdido? Me refiero a esa actitud comunal y entre nosotros, al respeto y a la responsabilidad, aún tengo la fe que sean naturalmente valores básicos en las personas, como Ana Frank tenía la fe de que, en todas las personas, en condiciones normales, brilla una chispa divina. ¿Cuál es la muralla entonces? La satirización de los deseos abstractos humanos.
Es obscena la cantidad de propaganda en las calles, tanto así que las personas naturalizan el consumo como una necesidad humana, la propaganda es una forma de educar a las sociedades a base de un concentrado de sus propios deseos abstractos, mostrados de una forma pornográfica para el intelecto, no sólo se ve en las marcas o las industria con un producto directo, se ve en las redes sociales virtuales, en donde la proximidad que hablaba Heidegger es absolutamente perdida, y precisamente porque la gente soslaya el sufrimiento, actúa sin responsabilidad, habla sin hacerse cargo, hace sin acatar la consecuencia, actúa que hace el bien, hacen el deber no por mor al deber si no por la imagen, ¿Dónde está la sinceridad allí?
Es una fiebre ver las luces de Neón, con ese calor enfermo en las mejillas cuando las luces se funden en la oscuridad de una ciudad húmeda, me produce enfermedad, y temor por ello. Ver la acalorada imagen de una ciudad deprimida, y de todos modos sentir frío, tal como las nauseas nihilistas de lo domingos por la tarde cuando el sol se esconde, y la depresión viene precisamente por ese frío, y el frío viene precisamente por la falta de calidez entre las personas, el plástico, el maquillaje, el dinero, las industrias, las risas de oro, la prostitución, el sexo, el estatus, todo ese asco envuelto que sale apresurado del cuerpo de una persona natural es un cuadro omnipresente en las sociedades enfermas, enfermas de ira, enfermas de distancia y de falta de comunidad y de humanidad. Me refiero sólo al respeto de pequeñas ceremonias, como el desayuno, el baño, el saludo, el almuerzo, la compra al mercado de la ciudad, hay una filosofía potente ubicada en el quehacer cotidiano de una persona, exactamente por lo próxima que es en el acontecer de su mente y de la psicología diaria del humano, hay un secreto fuerte allí que es lastimado todos los días, como quien fuma por placer pero envenenan a sus pulmones y tal dolor está escondido y pasa por alto para el fumador, pero allí están sus pulmones quemándose día a día.
¿Qué debe hacer el hombre? volver a ser el humano.
Cuidado! el desierto se expande, ay de aquel que lleve desierto en su interior... ay de aquel que amuralle su mar.