domingo, abril 21

El baile de la Centellas

Centellas se revelan a través de los ojos.
Los videntes admiran el cielo pues es mudo.
Sin embargo en la profundidad inquietante que muestra
suena un grito que solo es escuchado por los ojos
las atronaduras del universo resuenan en la vista
el fuego inmenso y luminoso de las estrellas son gritos,
gritos de creación constante y dolorosa como el parto de la vida,
como el parto de la existencia.

El primer movimiento sublime, el sentimiento de la creación en la alegoría de la fusión nuclear
y en la alegoría del nacimiento de un niño, de una mujer que da a luz.
Porque la creación es luminosa y abrumante, el disparo fulminante de lo creativo
se ve en un piano revoltoso que se aturde en tantas notas que suenan, en tanta genialidad que emite.
Es la vida misma un piano inseguro que no para, se vuelve agresivo y violento, doloroso
precioso, enrevesado, jocoso, hermoso nuevamente, feliz, curioso, y tormentoso.
¿Quién adivina como es la pieza si no el mismo pianista?
Él no sólo espera que salga bien, el emite un mensaje profundo a si mismo
la pasión que hierve en su sangre.

En ese mismo pasillo profundo de la vida, abatido por cierto,
se ve aquel aquelarre verdoso y pantanoso donde los muertos se levantan
y los fantasmas vuelven a pasar a preguntarse ¿Y ahora qué?
La época lo pregunta una y otra vez, ¿Que hacer ahora?
La propaganda me invade en cada pestañeo, y luego pretendemos
que la naturaleza humana es de tal forma, ignorando la violencia del ambiente
¿Qué se nos olvido de la evolución?¿Y de la comunidad?

Los fantasmas vuelven a preguntarnos por nuestros actos, a rendir cuentas.
Hemos heredado el esfuerzo y junto lo hemos echado a perder, y aún así esperamos
la exoneración, que picardía mas atrevida, ¿No es suficiente retórica ya?
La filosofía nos dice como debe ser el humano en su época
el ajedrez se juega dependiendo de la circunstancia inmediata del juego
y de la psicología del oponente, pues ante el atentado agresivo de la creación surge
una responsabilidad innata.
La libertad.

La libertad es un sueño que se entiende con responsabilidad, cada vez que reconozco
a la humanidad en las personas, cada vez que me reconozco en las personas
soy libre en el último sentido del ser de libertad, he entendido la libertad cuando
dejo de preguntarme por mi condición y mi ego es sólo un fantasma mas que me pregunta
en el desierto de los sueños rotos ¿Me haz extrañado? y soy, como esencia colectiva,
incapaz de responderle.

La libertad es la creación en si misma en su acto mas tierno y protegido, es la luz de los pueblos
es la llama de los ojos, es el eco del universo, es el primer movimiento,
la libertad es una palabra que suena en la distorsión de una guitarra,
mal entendida en razón, pero todos sabemos lo que es.

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