Introducción a la Mónada

Ser, Yo, son palabras carente de significado contundente por tener una condición de elemental, sin embargo cada vez parece ser que el Yo es una ilusión del Ser, en realidad Somos uno, somos funciones componentes de algo mas grande, que a su vez es componente de algo mas grande. No existe conciencia única si no es la Gran Conciencia, ¿Cúal? de la nada al todo solo hay una diferencia aparente, en la nada estaba lo todo; la Mónada, un sistema único, un Caos, el Caos, es un sistema indeterminado en aparente equilibrio dinámico donde todo componente habita en igual potencia que su prójimo, donde la igualdad habita para todos. En este estado de indeterminado equilibrio solo basta un estado en diferencia de los demás para que se gatille la existencia, una desfase para que se logre un patrón, del caos surge un patrón, del patrón surge el orden, la existencia.   En este sentido la Mónada era única, habitaba en un un espacio unitario indefinible mas allá, un supremo espacio que a la vez era la Mónada, en algún momento esta cambió, de la Móanda surgieron los patrones, surgio la dualidad y se separó del Hiper-espacio, pero si la Mónada era única, ¿Que originó la perturbación en el Caos de la Mónada? tal vez la Gran Conciencia, que no es mas que la misma conciencia de la Mónada, que no es mas que la conciencia colectiva, un epítome de todo lo existente y de todo lo aparente, la Gran Conciencia que esta en todo lo que puede ser determinado con Ser, todo Ser tiene un estado de esta Gran conciencia, todo vehículo en la malla que esté, esta determinado por una fase distinta de la Gran Conciencia, solo estamos desfasados, juntos constituimos lo mismo, pero la identidad es una idea obsesiva y poderosa, que nos salvo de la incertidumbre de nuestra propia existencia, es momento de cuestionarla, de darnos cuenta cuan parecidos somos, una vez abandonada la idea de la unicidad individual, podemos escalar a un estado en donde logremos llegar a arterias mucho mas grande de la Gran Conciencia, ramas mas poderosas y firmes, hasta que volvamos a ser uno, en ese momento Todo volverá a ser uno, uno sera Todo y todo es nada y solo quedara la Mónada.