lunes, diciembre 2

Meditación

Respira profundo y cierra los ojos.

En la primera inhalación deja que el aire entre y limpie los pulmones, limpie la sangre, que se enfríen los órganos y se equilibre el cuerpo, sea esta el inicio.

Exhala.

En la segunda inhalación, vete a ti mismo, a ti en tu ambiente, que te ataca, que te corroe, que te asedia y que te amenaza, luego aléjalo con la brisa de la templanza, que todo se evapore, corra las nubes del cielo y saca ese pesado manto de tus hombros.

Exhala

En la tercera inhalación vete a ti mismo, a ti en tu ambiente, y ve lo que te favorece, lo que te ilumina, aquello que saca lo mejor de ti, luego hazlo patente en tu cuerpo, deja que entre y se calibre en tu cuerpo.

Exhala.

En la cuarta inhalación adéntrate a ti mismo ,  ve quien eres, tus virtudes y tu obra, y de allí haz crecer la confianza.


Soy aquel que se libera de las cadenas, que nace del capullo y extiende sus alas de oro hacia el sol
Sea el sol el testigo de mi reinado, sean las nubes mis consejeros
Sea la vieja tierra de los dioses mi ministro, y sean los dioses mis bufones
Sea la brisa mi calma y el mar mis sentimientos para que la tormenta los castigue a todos
Sea este retrato una mentira, y sean ustedes libres.

Sean libres.

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